Cientos de miles de peregrinos musulmanes en la mezquita de Masjid al-Haram, el sitio más sagrado del Islam en la ciudad de La Meca. EFE
Cerca de tres millones de fieles musulmanes comenzaron ayer la peregrinación anual a La Meca o hach, uno de los principales acontecimientos religiosos del año para los creyentes.
La ciudad de La Meca se preparó con nuevas medidas de seguridad que impidan que se repita la tragedia ocurrida hace casi un año, cuando una de las peores avalanchas que se recuerdan dejó unas 2.000 personas aplastadas y asfixiadas. Aunque otras estimaciones hablan de 2.400 fallecidos.
Las tiendas de campaña fueron montadas meticulosamente en línea para cobijar a los cientos de miles de peregrinos en los sectores aledaños de la ciudad santa de Arabia Saudita.
Una semana antes de que comience el hach, que durará al menos cinco días, ya habían llegado a la ciudad más de un millón de musulmanes.
Creencia
La peregrinación a La Meca, considerada la mayor del mundo, es el quinto pilar religioso para los musulmanes, si tienen los medios económicos y la salud para ello, todos han de ir al menos una vez en la vida.
Vestidos especialmente para el rito. Los peregrinos utilizan ropas blancas, que significan la igualdad entre razas y clases musulmanas.
El primer día se conoce como el día de Tarwiah, los fieles se preparan para dirigirse hacia el Monte Arafat, ubicado a unos 10 kilómetros de Mina. Los peregrinos pasan el primer día rezando y recitando el Corán.
En el tercer día de la peregrinación se desarrolla la lapidación del diablo. Este ritual consiste en el lanzamiento de siete piedras contra el mayor de los tres pilares que simboliza las tentaciones del demonio.
La lapidación se lleva a cabo en la zona de Mina, próxima a La Meca, desde un puente de cuatro plantas, donde los peregrinos lanzan los guijarros contra las columnas de piedra mientras corean “Allah-u-Akbar” (Dios es grande).
Este ritual marca el comienzo de la fiesta musulmana del Sacrificio, y el degollamiento de cabezas de ganado. El sacrificio destaca la obediencia y fe de Abraham, que iba a sacrificar a su hijo por orden de Dios para confirmar su lealtad, y que al final no lo hizo por mandato divino.
Para la tradición judeocristiana fue Isaac, hijo de Sara, esposa de Abraham, el elegido para tal fin, mientras que los musulmanes sostienen que fue su primogénito Ismael (Ismail en árabe), hijo de su esclava Agar.
Tras cumplir con la lapidación del demonio, los peregrinos se cortan el pelo y giran en torno a la “Kaaba”, un edificio en forma de cubo, cubierto por una tela negra y dorada, en el que se encuentra la piedra negra, que el islam considera un pedazo desgajado del paraíso.
La ceremonia finaliza con una visita a la Gran Mezquita en La Meca.
El hach, junto a la oración cinco veces al día, la limosna a los pobres, el testimonio de fe y el ayuno en el mes de Ramadán, es uno de los cinco mandamientos o pilares del islam.
De acuerdo con el islam, esa religión fue instalada en La Meca por el profeta Mahoma hace 1.400 años.
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